Original de la nota publicada en la edición de octubre de la revista AgroMercado
Sergio Rodríguez, titular de la
Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes, afirma que es necesaria una
norma nacional que unifique los criterios de uso de los productos, dice que las
empresas tienen una oferta cada vez más “ambientalmente amigable” y asegura que
gozan de buen diálogo con el Gobierno y los productores aunque reconoce que
“queda un largo camino por delante”.
¿El aumento del
precio de los commodities agrícolas va a modificar el mercado de agroquímicos y
fertilizantes? ¿Pueden subir los precios?
En general el precio de nuestros insumos no está
directamente relacionado con el precio de lo que produce un agricultor. La
composición de precios pasa normalmente por otro lado, asociada a los costos
que la compañía tiene y fundamentalmente ligado a cuál es el nivel de
productividad que el uso de cualquiera de los productos que nosotros pudiéramos
comercializar representa en lo que un productor genera. Entonces no hay necesariamente
una relación directa entre el precio de los commodities y el precio de los
insumos. Eso es en líneas generales. Creo que lo que está sucediendo en el
mercado hoy por hoy es un incremento en el valor en uso del producto porque el
productor está utilizando cada vez más productos diferenciados, de mayor valor
agregado, que son ambientalmente mucho más amigable que lo que podía haber
existido largo tiempo atrás y productos con un nivel de perfomance y seguridad
diferente. Por eso ustedes van a ver un aumento en el valor en el mercado de
defensivos agrícolas en la Argentina, que está relacionado no tanto con el
incremento de volumen sino fundamentalmente relacionado con el incremento del
valor en uso por unidad de superficie. Siempre apuntando a incrementar
productividad.
¿Puede ser que nos
encaminemos hacia dos mercados muy diferenciados, uno el estándar y otro el de
los productos premium y de mayor valor?
No creo que vayamos hacia dos mercados. Creo que día a día
el productor ve el mejor resultado de productos diferenciados que tienen un
valor agregado y eso hace que aumente el uso de este tipo de productos.
Obviamente siempre hay productores que utilizan productos estándares o
genéricos, donde no tenés una diferenciación, pero día a día la producción
agrícola está mucho más profesionalizada y el productor se ha convertido mucho
más en un hombre de negocios y apunta al incremento de productividad, que es en
definitiva hacia dónde tiene que mirar. Piensa cómo puede sacarle mayor
rentabilidad por unidad de superficie y en este sentido la utilización de buenos
productos, premium, que te dan un nivel de perfomance diferencial, hace que lo
logres. Por lo tanto eso es lo que está pasando, cada vez más vamos a tener un
mercado con productos de alto valor en uso.
¿También es una
tendencia que las empresas tengan una atención mayor y más personalizada con el
productor?
Yo creo que sí. Las empresas siempre hemos atendido a los
productores desde el punto de vista técnico en forma directa, lo que pasa que a
medida que las escalas de producción adquieren dimensiones diferentes es mucho
más fácil llegar a mayor cantidad de hectáreas en forma directa de parte de las
empresas. Eso es una realidad. Entonces me parece que cada día más todas las
empresas estamos enfocadas en darle un servicio más personalizado, una
asistencia técnica diferente y a sobre todo a partir de que cada vez es mayor
la cantidad de productos que necesitan una especialización y un uso mucho más
específico. Cuando empezás a disminuir la utilización de productos genéricos y
empezás a poner en el mercado cada vez más productos diferenciados, cada vez
más específicos, que tienen un nivel de perfomance diferenciado y con mejor
perfil ambiental, el requerimiento de un asesoramiento técnico es fundamental.
Y esto se hace en forma directa con los productores y también existe otro
escalón que es muy importante que son los asesores técnicos, los asesores
privados que cada vez juegan un papel más preponderante y donde las compañías
le ponemos mucha atención en que tengan el nivel de preparación y de
conocimiento de todos nuestros productos al mejor nivel.
El mercado depende
mucho de la importación. ¿Están teniendo inconvenientes? ¿Podrían ocasionarse
problemas de provisión o de precios?
Te diría que en líneas generales no hemos tenido mayores
inconvenientes. Y te vuelvo a repetir, tampoco esto afecta el precio. La
determinación del precio pasa por otro lado, está mucho más asociada con el
costo de nuestro producto y con la perfomance y la competitividad que hay que
tener. No hay ninguna compañía que tenga por sí sola un producto. Todas
competimos entre nosotros y eso hace que el mercado se regule justamente por
oferta y demanda y por la competencia. No hay hoy por hoy mayores
inconvenientes que justifiquen que por falta de un producto pueda generarse un
aumento de precios. No hay inconvenientes importantes en términos de
importación de productos y no hay ningún producto que pueda estar faltando de
la góndola de ningún distribuidor.
¿Cómo puede impactar
en el uso y las ventas de agroquímicos, las restricciones que se están dando en
algunas provincias? ¿Puede tener algún impacto en el mercado en general?
Tenemos que separar las aguas. Lamentablemente lo que sucede
hoy por hoy es que no hay una ley nacional. Lo que permite esto es que las
provincias o las municipalidades dictaminen sus propias leyes o
reglamentaciones y donde no necesariamente para situaciones similares se toman
las mismas decisiones. Lo que se necesitaría en la Argentina es que haya una
legislación nacional. Otra cosa que tampoco había en la Argentina y que
nosotros desde la Cámara hemos llevado adelante este año son mediciones locales
que permitan conocer en condiciones locales cuáles son las distancias
razonables de aplicación para un producto. Por los resultados iniciales que
tengo nos dan condiciones muy parecidas a las que se utilizan en Europa o en
Estados Unidos, donde las distancias restringidas son sustancialmente menores
que las que las reglamentaciones provinciales han impuesto en la Argentina.
Entonces si vos me preguntás si esto puede sacar superficie, y sí,
evidentemente, porque si algunas reglamentaciones dicen 1.500, 2 mil o 3 mil
metros de distancia de cualquier centro urbano donde no se puede hacer una
aplicación de producto, indudablemente esto va a restar superficie laborable,
productiva. y esto puede llegar a tener un impacto.
Hoy por hoy no es crítico, pero la conversación tiene que
pasar por otro lado. Tenemos que tener estudios técnicos-científicos que avalen
cuáles son las distancias razonables de aplicación que tiene que tener un
producto. Y después lo que tenemos que hacer es obligar a cumplir las
reglamentaciones y tener buenas prácticas agrícolas y exigirle al productor que
cumpla con las buenas prácticas agrícolas. Y en eso somos muy exigentes. Si no
se cumple con la norma estamos de acuerdo de que se haga de parte del Estado lo
que se tenga que hacer para castigar el incumplimiento. Pero, con buenas
prácticas agrícolas y con estudios científico-técnicos que nos permitan tener
una real idea de cuáles son las distancias, necesitamos una ley nacional que
unifique las condiciones de aplicación de productos para toda la Argentina.
¿Evalúan que va a
crecer la oposición de los grupos más radicalizados que están en contra del uso
de agroquímicos y fertilizantes? ¿Qué actitud van a tomar? ¿Van a enfrentarlo
en conjunto con el resto de la cadena?
Nosotros trabajamos en este tema todos los días. Hacemos
innumerable cantidad de charlas relacionadas con buenas prácticas agrícolas a
lo largo y a lo ancho del país, tenemos convenios con muchas instituciones
donde damos justamente cursos de buenas prácticas agrícolas, llevamos
especialistas, médicos toxicólogos para explicar exactamente cómo se debe
proceder en la aplicación de productos y como no hay riesgos cuando se aplican
buenas prácticas. Siempre decimos no hay productos buenos o malos, lo que está
mal es la buena o mala aplicación, o el buen o mal uso que se hace de ese
producto. Por otra parte las compañías también trabajamos cada una en poner
cada día productos que sean ambientalmente mucho más amigables, con niveles de
toxicidad cada vez más bajos y yo te diría que hoy por hoy muchos productos
nuevos que salen al mercado son prácticamente inocuos para los seres humanos. Y
esto también presenta un cambio fundamental. Sin dudas puede haber cada vez más
presión en este sentido, pero la industria está dando las respuestas
correspondientes con lo que hacemos en
la Cámara pero también con lo que hacemos en las compañías en forma individual
tratando de tener cada vez productos que sean mucho más amigables con el
ambiente, con mucho menor nivel de peligrosidad para el medio ambiente y para
los seres humanos.
¿Están teniendo buen
diálogo con el Gobierno? ¿Y con los productores?
Nosotros tenemos buen diálogo. Estamos trabajando siempre
cerca del Ministerio de Agricultura, de la Secretaría de Agricultura, de la de
Medio Ambiente; estamos trabajando en algunos planes relacionados con algunos
de los programas que tenemos a nivel nacional como el de Agrolimpio para ver si
podemos hacer una ampliación y contar con un respaldo oficial. Y obviamente
trabajamos día a día con los productores y las asociaciones de productores con
muchas de las cuales tenemos convenios mediante los cuales proveemos entrenamiento
en buenas prácticas agrícolas. Siempre en este tema quedan cosas por hacer y
siempre hay cosas para mejorar, pero me parece que el nivel de relacionamiento
que tenemos es bueno. No estamos en el ideal y por eso hay que seguir
trabajando. Queda un largo camino por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario